Destruir el lenguaje para alcanzar la vida es crear o recrear el teatro. Lo importante es no suponer que este acto deba ser siempre sagrado, es decir, reservado; lo importante es creer que no cualquiera puede hacerlo, y que una preparación es necesaria.
Esto conduce a rechazar las limitaciones habituales del hombre y de los poderes del hombre, y a extender infinitamente las fronteras de la llamada realidad.
Ha de creerse en un sentido de la vida renovado por el teatro, y donde el hombre se adueñe impávidamente de lo que aún no existe y lo haga nacer. Y todo cuanto no ha nacido puede nacer aún si nos contentamos como hasta ahora con ser meros instrumentos de registro.
Por otra parte, cuando pronunciamos la palabra vida, debe entenderse que no hablamos de la vida tal como se nos revela en la superficie de los hechos, sino de esa especie de centro frágil e inquieto que las formas no alcanzan.
Antonin Artaud.
LAS ROSARIOS



el álbum de los recuerdos de las rosarios



LAS ROSARIOS MATE

Paralítica. Paraestúpida. Mierda. Danza, rodillas. Liciada. Papeles. Yerba, bombilla. Agua fría.
Lorenzo. Pañales. Puerta de entrada. Cocina comedor. Miguel. Costado. Mujeres, hermanas...
Palabras que nombran objetos, emociones, silencios, perjuicios y prejuicios, momentos en la vida de las Rosarios que utilizan el mismo espacio de partida para ir hacia algún lugar.